
Nació en la Santísima Trinidad el 12 de julio de 1928, estudió ciencias económicas en la Universidad Técnica de Oruro, regresando al Beni en 1959 para dedicarse entre otras actividades a la ganadería.
Sus inicios en el rubro se dieron con la compra de su primera propiedad, a la que bautizó con el nombre de San Antonio. Al inicio se dedicó a la compra y venta de ganado en pueblos como San Ramón, San Joaquín y Magdalena, sus familiares relatan que “él compraba ganado, y se venía arreando en persona, llegaba y lo comercializaba en Trinidad, lo mismo hacía en la banda del Mamoré, o sea en el Brasil”.
Trabajó en conjunto con la Cooperación Internacional llamada Alianza para el Progreso, entre Estados Unidos y Bolivia, la cual trajo ganado de diferentes especies como Pardo Suizo y Holandés, que no dieron resultado en suelos benianos por el excesivo calor. Posteriormente se introdujo la raza Nelore, de la cual recibió un par de cabezas de ganado y al ver la productividad significativa del Nelore en el Beni, se juntó con otros socios y obtuvieron un préstamo bancario para comprar más ejemplares en Brasil, de tal manera que en 1964 fue uno de los primeros en introducir esa raza al departamento del Beni. Fue miembro de la Sociedad Rural de Ganaderos del Beni, y gestionó la formación de la Federación de Ganaderos del Beni y Pando, de la cual fue el segundo presidente. Durante su gestión la institución logró establecer el control de precios sobre la venta de la carne de ganado vacuno, y así liberar aquel precio que antes era decidido por el gobierno. Por otro lado, consiguió vender ganado al Perú, durante un año en aviones hércules que transportaban las reses ante la falta de carreteras. Trabajó para obtener mejores condiciones para la ganadería beniana, en el aspecto de vacunar, creación de bretes, etc. Con la mejora del precio de la carne, el ganadero pudo invertir en alambrado, corrales, bretes, viviendas, prácticamente una “revolución en la ganadería de esa época”.